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Un envase inteligente, sostenible y orientado al cliente mejora la percepción del producto, refuerza la fidelidad a la marca y determina las decisiones de compra.
24 de noviembre de 2025
¿Te imaginas este escenario? Dos tiendas de moda venden camisetas de la misma talla, precio y calidad, pero las experiencias de los clientes no podrían ser más diferentes.
La primera marca entrega su camiseta en una fina bolsa de algodón reutilizable, cuidadosamente doblada con una tarjeta de agradecimiento y un código QR que revela el proceso de producción de la camiseta. La segunda marca envía la suya en un sobre de plástico arrugado, sin marca ni mensaje; solo tela en una bolsa.
Para el cliente, las prendas pueden ser similares, pero la impresión que dejan es radicalmente distinta. Una parece de primera calidad, cuidada y alineada con los valores de la marca; la otra parece precipitada y fácil de olvidar. Esta diferencia no es sólo anecdótica, sino que está respaldada por datos. Los estudios demuestran que 72% de los consumidores estadounidenses afirman que diseño del envase del producto influye en sus decisiones de compray el 67% se preocupa por los materiales utilizados. Aquí es donde entra en juego el envasado centrado en el cliente.
Cuando hablamos de envases centradosen el clientenos referimos a soluciones creadas cómo los clientes compran, abren, usan y desechan de un producto, no sólo su aspecto en la estantería.
El diseño moderno de envases se centra cada vez más en la comodidad y la inclusión del usuario. Características como los formatos fáciles de abrir, resellables y de porciones controladas facilitan la tarea a los clientes. Las etiquetas con letras grandes, las asas de fácil agarre y los indicadores táctiles mejoran la accesibilidad de las personas mayores y discapacitadas. La portabilidad también es clave, con diseños ligeros, compactos y aptos para viajar que facilitan el consumo sobre la marcha. En casa, los envases apilables ocupan poco espacio y facilitan el almacenamiento.
La sostenibilidad desempeña un papel crucialLos envases reutilizables, como tarros, latas y cajas, ofrecen una segunda vida más allá de su uso inicial. Una orientación clara sobre la eliminación mediante instrucciones visibles de reciclado o compostaje ayuda a los consumidores a tomar decisiones responsables. Además, la transparencia en torno al impacto ambiental, como las evaluaciones del ciclo de vida o los distintivos de la huella de carbono, ayudan a los compradores con conciencia ecológica. Los diseños minimalistas y funcionales que utilizan menos tinta y menos materiales contribuyen aún más a los objetivos medioambientales.
El compromiso cultural y emocional es otro objetivo cada vez más importante. Los envases que reflejan las costumbres, idiomas o prácticas comerciales locales aumentan la relevancia cultural. Además, las experiencias de desembalaje personalizadas, como la impresión de nombres o mensajes, crean momentos memorables y compartibles. Los elementos interactivos, como los códigos QR, la realidad aumentada o los programas de fidelización gamificados, amplían el compromiso más allá de las estanterías.
Por último, las mejoras sensoriales y de seguridad están ganando terreno. Las texturas, los acabados, los olores y los agradables sonidos de apertura enriquecen la experiencia sensorial, mientras que los indicadores de frescura proporcionan señales visuales para los productos perecederos, generando confianza y garantizando la seguridad.
Cuando se acierta con estos elementos, se hace algo más que vender un producto: se crea una experiencia positiva y duradera para el cliente.
Sostenibilidad ha pasado de ser un diferenciador de marca a una expectativa básica en el sector minorista. Los consumidores de hoy no solo valoran lo que compran, sino también cómo se envasa y envía, y están dispuestos a cambiar de marca por ello. El estudio de Aura de Aura revela que más del 40% de los consumidores europeos han evitado productos con envases no sostenibles, lo que indica que la conciencia ecológica afecta directamente a las ventas.
A enfoque de envasado ecológicoguiado por evaluaciones medioambientales de los envases, puede ayudar a las marcas a destacar en mercados competitivos. En OIA, hemos visto este impacto de primera mano: para una marca de ropa infantil sustituimos las perchas de plástico por otras de fibra de madera, lo que redujo los residuos plásticos y los costes y reforzó los valores medioambientales de la marca.
OIA permite a su empresa concentrarse en lo que mejor sabe hacer: producir y vender productos atractivos. Como proveedor de la cadena de suministro que ofrece diversas soluciones de envasadonuestro papel es ayudar a las marcas a cumplir sus objetivos:
Atendemos sus necesidades específicasya sea la gestión de la cadena de suministro del comercio electrónico, la manipulación especializada de artículos frágiles o la distribución transfronteriza de bienes de consumo. El embalaje no consiste solo en envolver un producto; se trata de transmitir confianza, valor y conexión directamente a las manos del cliente.
