El cliente de logística industrial de OIA siempre operaba los fines de semana, a pesar de la ineficacia que ello conllevaba. Las operaciones de fin de semana completo se diseñaron originalmente para maximizar la cadena de suministro directa al consumidor (D2C), garantizando que los pedidos se procesaran el mismo día y minimizando al mismo tiempo la acumulación de volumen los lunes.
Por desgracia, el turno de fin de semana se volvió improductivo con el tiempo, por lo que la empresa tuvo que reevaluar por completo su plan de operaciones. Además, la estructura ineficiente se utilizaba en toda la red de distribución, lo que creaba una ilusión de éxito en el cumplimiento de los pedidos.
